domingo, 9 de enero de 2011

El Palestino: una nueva forma de entender el periodismo de investigación


Sin más armas que una cámara oculta y sin más recursos que los de un periodista corriente, Antonio Salas, pseudónimo bajo el cual se oculta la identidad este periodista de investigación, ha desafiado todas las barreras del periodismo convencional, infiltrándose en el redes del terrorismo internacional, viviendo así de primera mano todos los riesgos y desafíos que ello conlleva.

Volvió a salir a la luz tras su última obra, que lleva por título El Palestino, una nueva investigación que llevo a cabo durante seis años y que hoy tenemos el placer de deleitar. Tras sus dos obras anteriores Diario de un skin y el Año que trafique con mujeres, Antonio ha querido sobrepasar los límites y demostrarnos las verdades que muy pocos conocen y que no interesan que salgan a la luz.

Sus primeros pasos
¿Cómo puede un europeo normal y corriente no demasiado listo, sin formación y experiencia en el mundo árabe, sin entrenamiento, ni cobertura de ninguna agencia de inteligencia, sin más presupuesto económico que el derivado de la venta de libros anteriores y sin más contactos que los de un periodista normal, infiltrarse en el terrorismo internacional?
El 11-M me pilló de lleno en Madrid, tres días después de presentar mi libro El año que trafique con mujeres el 8 de marzo. “La infiltración en la trata de blancas me había dejado emocional y psicológicamente tocado y aún lo estoy”

Todo Madrid se volcó con las víctimas y yo lo único que sé es investigar. ¿Qué religión o ideología justifica una masacre de inocentes?

Mi nombre en Muhammand Alí Tovar Abdallah. Nací en Egido, estado de Mérida en la “Venezuela Saudita” de Carlos Andrés Pérez. Aunque mi mama y mis abuelos eran palestinos huyeron de las fuerzas sionistas de ocupación israelí, dejando atrás un pequeño pueblo cercano a Yinín, casa, tierras, y olivos regados por la sangre derramada de los mártires.
Fui un estudiante rebelde. Con un marcado conflicto de personalidad entre la herencia comunista de mi padre y la educación musulmana de mis abuelos. Y como buen musulmán y buen comunista sentí desde muy joven la vocación de servicio. Por eso con solo dieciocho años comencé a trabajar en diferentes organizaciones humanitarias en África y Oriente Medio. De ahí, mis útiles contactos para el Yihad en los países árabes.

El 9 de marzo de 2004, mi amada esposa, embarazada del que sería nuestro primer hijo se encontraba en Yinín durante una de las habituales incursiones de la patrulla israelí en suelo palestino. En el curso del enfrentamiento con la resistencia, una bala judía perdida entró por la ventana de la casa y acabó con la vida de mi esposa y de mi hijo Aimán, y también con mis sueños de futuro. Ahí surge mi deseo de convertirme en un muyahid y luchar en cualquier parte del mundo, contra los sionistas y sus aliados norteamericanos y europeos, hasta alcanzar el martirio. Desde entonces mi intención es vivir y morir por el yihad, llevándome por delante a todos los infieles posibles.

Esto es sólo el comienzo de lo que fue la identidad ficticia con la que vivió los últimos seis años desde el 12 de marzo de 2004, este periodista de investigación español.

No sólo tuvo la difícil tarea de crearse una identidad sino que además tuvo que aprender árabe y convertirse al Islam, una lengua y una religión desconocidas por completo para él.

Todo este trabajo incluyo un álbum de fotos que recogían toda su vida. En él se encuentran fotos con su esposa Dalal, que en realidad era una amiga prostituta que conoció y ayudó el año que traficoócon mujeres, llamada Fátima, de origen marroquí y fotos de sus viajes por los países árabes. Álbum que engrosoó posteriormente con fotos extraídas de sus numerosas entrevistas con personajes influyentes del mundo árabe y terroristas, que afianzaban aún más su condición de palestino fanatizado.

Sus esfuerzos son dignos de admirar en este periodista que debería de ser un ejemplo de las nuevas generaciones. Leyó una cantidad innumerable de libros para aprender la vida del Islam, se pasaba noches robándole horas al sueño, empollándose docenas y docenas de volúmenes. “Mi objetivo no era luchar frontalmente contra los islamistas, sino comprenderlos para convertirme en uno de ellos”.

Después del 11-M muchos institutos y universidades organizaron cursos sobre terrorismo islamista y Antonio, se matriculó en casi todos. No solo estaba él, sino también muchos funcionarios de policía o del antiguo CESID, actual CNI, que habían decidido por su cuenta aprender árabe o formarse en materia de terrorismo después de lo ocurrido el 11-M. Lo que habían visto en la estación de Madrid el día del atentado había sido la mejor motivación para ellos.

Para la mayoría de los musulmanes que conocí, en mi múltiples viajes por Oriente Medio, Al Qaida es un invento de la CIA y del MOSSAD (Instituto Central de Operaciones y Estrategias Especiales, es decir, unas de la agencias de inteligencia israelí), y Ben Laden, su asalariado. Y el atentado del Worl Trade Center, una operación interna de los Estados Unidos para justificar el robo del petróleo iraquí. No sólo la población civil opinaba esto, sino que las teorías de los grupos terroristas eran similares.

Nos cuenta que descubrió que hay dos tipos de yihad en el Islam: el gran yihad, que el Sagrado Corán se define como “esfuerzo en el camino de Dios”, es decir, lucha interior por respetar los mandamientos del profeta y ser un buen musulmán. Y el pequeño yihad que puede implicar la lucha armada en defensa del Islam y la excusa de los yihadistas terroristas para la violencia.

Para perfeccionar su árabe y sus conocimientos del Islam, Abdallah, estuvo en Marrueco con una familia de acogida. Este tiempo le hizo replantearse sus perjuicios sobre el Islam. “en aquellas personas no encontré fanatismo, ni intolerancia, ni barbarie asesina sino que me abrieron los brazos y las puertas de su casa”.

Operación adiestramiento
Salas recibió como culmen de su investigación cursos de armamento, aprendió a manejar todo tipo de armas de fuego, en Isla Margarita (Venezuela), campos donde entrenan grupos terroristas como ETA o las FARC. “Mi adiestramiento estaba orientado a la lucha armada en Oriente Medio. Estaría en condiciones de atentar en cualquier parte del mundo. Yo jamás había tocado un fusil o una ametralladora. Un mes después ya me consideraba uno de los suyos”.

Su referente
Toda persona que se involucre en una investigación de tal envergadura como ésta, necesita casi de manera obligatoria un referente, un maestro en el que apoyarse y con el que empatizar en los momentos más duros y éste fue para Antonio Salas, Domingo Badía. Badía aventurero, explorador, científico español que se infiltró durante el reino de Carlos IV, en los países árabes, oculto bajo la identidad de Alí Bey, un musulmán, para espiar y desestabilizar los posibles enemigos de la Corona Española.

Entrevistas y contactos de Muhammad Abdallah
Durantes estos largo seis años Abdallah, se entrevisto con personajes como:

Mohammad Bokhari, antiguo imán de la mezquita de la M-30 y actual presidente del Centro Islámico de Caracas (Venezuela)

Mohamed Bakri, famoso actor y director palestino más comprometidos con la causa palestina. “todos los palestino debemos ser Ghandi”. Bakri es autor de dos documentales de denuncia social sobre la situación palestina 1948 y sobre todo, el más famoso Yinín, Yinín. Lucha contra la ocupación israelí con la única arma que conoce: el cine.

Anwer M. Zboun, miembro del parlamento palestino de Hamas, un tipo cordial y amable.

Aimán Abu Aita, uno de los líderes de las Brigadas de mártires.

Mahmud Sehwail, un psiquiatra palestino contra la tortura. “No hay motivos religiosos en los suicidas que conozco, sino frustración”.

Raimundo Kabchi, libanes de nacimiento, no es un traductor profesional pero, sin embargo se convirtió en el principal asesor de Hugo Chávez, en asuntos árabes y acompañaba al presidente a sus viajes por Oriente Medio, ejerciendo como su traductor de confianza.

José Rafael Castillo Arnal, pintor que había estudiado con Ilich Ramírez Sánchez, en el Liceo Fermín Toro y que creó un lienzo de un metros setenta con la imagen más universal de Ilich. “Reconozco que me encantó su peculiar filosofía de vida. Castillo es un luchador infatigable por la revolución, pero tampoco cree en la razón de la fuerza, ni en la violencia. Su fusil es un pincel, y sus balas las acuarelas, con las que crea su fuego revolucionario en cada lienzo. Para Castillo cada cuadro es un manifiesto”.

Dima Khatib, periodista y reportera muy curtida de Al Jazeera (principal canal de noticia del mundo árabe, fundada en Qatar) en Venezuela.

Carlos Alberto Ríos, alias “El musulmán” guerrillero Tupamano y converso al Islam. Pista importante para acceder a los campos de adiestramiento que existen en Venezuela. Donde comparten adiestramiento miembros de ETA, las FARC y Hamas, según los servicios de inteligencia norteamericanos, colombianos y europeos.

Alberto Carías, alias “el chino carías”, jefe militar Tupamano (MRTA) y ex subdirector de seguridad ciudadana de Caracas. Detenido por varios asesinatos. Gracias a él, Abdallad (el palestino) consiguió contactar con miembros de las FARC. Estuve presente en uno de sus comunicados terroristas, como uno de ellos y me di cuenta que estaba en el origen del llamamiento al odio que proclaman grupos terroristas como ETA o las FARC. Dicho comunicado aparecería publicado en Internet”.

El terrorista más peligroso del siglo XX hasta que apareció Ben Laden es venezolano
Aunque Antonio Salas se entrevistó con muchos personajes de la vida terrorista de organizaciones tan sonadas como Hamas, Hizbullab o las FARC y del mundo árabe, sin embargo, su principal objetivo era Ilich Ramírez Sánchez, Alias “Carlos el Chacal”. Su objetivo se cumplió convirtiéndose en hombre de confianza y webmaster de Ilich.

Ilich Rmirez Snchez, nacido en Venezuela, es un terrorista miembro de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Su nombre de guerra era Carlos Martínez Torres, posteriormente el periódico The Guardian le colocaría el pseudónimo de “El Chacal”. Considerado un terrorista y un mercenario por varios países como Francia, EEUU, Israel y la mayoría de los países occidentales. A pesar de esto, en Venezuela y en muchos países árabes se le considera un héroe de la causa palestina. Actualmente cumple cadena perpetua desde 1997 acusado de 83 asesinatos en la cárcel de Poissy, a las afueras de París y será juzgado de nuevo entre mayo y julio de 2011. Hugo Chávez jamás a ocultado su simpatía por Ilich, al que considera un luchador revolucionario.

“Me entreviste con el hermano de “El Chacal”, Vladimir Ramírez Sánchez, conoci a su madre, personaje desconocido por todos los biógrafos de Ilich, llegué a ser el responsable de las pagina web oficial del Chacal y el implusor del comité para su repatriación. Con el tiempo me convertí en su hombre de confianza y me llamaba todas las semanas. Ilich me confesó que ETA le pidió que asesinara al entonces presidente Carrero Blanco y no solo eso sino que entre la cedula de ETA muchos de sus integrantes eran conversos al Islam”.

Reportero árabe para el Yihad: mis armas las letras, mis bombas las palabras
Yo no soy policía, ni espía, ni tampoco un guerrillero o un miliciano. No distingo entre la violencia “legítima” que se inflige bajo la bandera de un gobierno legal, y la violencia “ilegítima” de grupos insurgentes. Todas las bombas matan y mutilan igual. No creo en la violencia como argumento, ni en la paz a través de las armas. No creo en la razón de la fuerza sino en la fuerza de la razón.

Lo mas difícil del periodismo de investigación infiltrándose en grupos delictivos con una cámara oculta, es no cometer delitos. De hacerlo se iría al traste la investigación y no podría presentarla ante ningún juzgado.

Con la identidad que me acompaño durante toda la investigación colabore con periódicos y medios árabes-venezolanos como Noticias Internacionales de Lahssan Haida, al igual que el portal de noticias de Mohamad Saleh e incluso Al Jazeera y otros medios chavistas vinculados o no con el mundo árabe.

Una de las batallas más feroces que se entablan actualmente es la de la información. Desde la propaganda islamobofa de la Casa Blanca, hasta el ciberyihadismo radical de Al Zarqaui, pasando por los vídeos que grabó Al Jattab en Chechenia o las plataformas mediáticas antichavistas, todos los peones de esta partida buscan controlar la información. Y esa al fin y al cabo es mi profesión. La diferencia es que yo no trabajo para ninguna religión, ni siquiera para ningún medio de comunicación. Yo trabajo para los lectores de mis libros que son a fin de cuentas los que pagan mis investigaciones.

“Este ha sido mi proyecto más ambicioso, más peligroso y muchos más caro que todas mis investigaciones anteriores pero la verdad es que nunca sospeché que tardaría seis años”

Web Oficial de Antonio Salas
http://www.antoniosalas.org/


Aquí tenéis algunos fragmentos audiovisuales de sus tres obras: Diario de un skin, El año que trafique con mujeres y El palestino



1 comentario:

  1. Muy completo, lleno de detalles de interes y sin duda bien documentado, enhorabuena, se hace de este blog un sitio muy recomendable.un saludo.

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