El Real Madrid se lame las heridas

Tras el tremendo varapalo recibido en Barcelona, el Real Madrid debía mostrar su mejor cara en casa ante el Valencia C.F. Cristiano, una vez más, volvió a salvar la papeleta al conjunto merengue, que no pudo superar al club che mientras ambos equipos estuvieron en el terreno de juego con los once efectivos. El colegiado, Pérez Lasa, se lleva del Bernabeu un claro suspenso en su labor al expulsar injustamente a Albelda y no señalar un claro penalti a Di María.

Tras una semana demasiado larga para los de Mourinho, el Real Madrid volvía a jugar en casa. Tocaba jugar un partido contra otro de esos equipos grandes que a priori deben luchar por la Liga. Pero nada más lejos de la realidad, ya que los de Emery están a 13 puntos del líder, el F.C. Barcelona, y no han terminado de mostrar un juego espectacular que hiciera pensar que serían la alternativa a los dos colosos.

La primera parte fue más igualada de lo previsto. Mourinho salía sin un delantero definido, y sorprendía con tres mediocentros natos en la medular: Xabi Alonso, Khedira y Lass, dejando a Özil, Cristiano y Di María como el tridente atacante encagado de crear peligro. Aunque por extraño que parezca, la jugada más clara del partido no estaría en las botas de estos tres, sino en un disparo de Khedira que en primera instancia interceptaría Guaita y que a continuación, tras nuevo disparo del alemán, despejaría Bruno cuando el balón iba en busca de la red. La más clara para los visitantes estuvo en los pies de Mata, quien tras jugada personal en la frontal del área se sacó un disparo duro que repelió Casillas en la base del palo.

El final de la primera parte llegaría con un disparo al palo de Cristiano, que tras una larga jugada de los merengues recibiría un centro desde la banda, para que en semifallo rematara con el tacón estrellando el balón en la madera.

Los segundos 45 minutos dieron comienzo con un Madrid mucho más activo, y dando muestras de que el Valencia había viajado para jugar de tú a tú al Real. No se habían cumplido cinco minutos del segundo tiempo cuando Guaita ya tuvo que hacer dos paradas providenciales: la primera a Cristiano, quien se había quedado sólo ante el portero tras recortar en el interior del área a Bruno; la segunda a Di María, que intentó una vaselina cuando encaraba al joven portero, quien le leyó las intenciones y atajó el esférico sin problemas.

Comenzaba aquí un toma y daca que duraría poco. El primero fue Joaquín, que no pudo sacar un buen disparo tras un gran pase de Soldado al punto de penalti, paró Íker sin problemas. A continuación Guaita realizaría el tercer milagro de la noche y sacaría una increíble mano a Benzema, repeliendo un disparo cruzado en el interior del área.

Y a continuación llegaba el lío arbitral. En primer lugar Pérez Lasa no consideraba como falta una clara obstrucción de Bruno a Cristiano cuando éste había ya superado al defensa, hubiera sido la segunda amarilla para el jugador che. Pero dos minutos después Albelda si vería la segunda cartulina cuando el asistente consideró que el centrocampista había cortado con el brazo un balón, el árbitro pitó a instancias de su linier y expulsaba al jugador. Aquí acabo el partido. El Valencia que había aguantado a la perfección los arreones blancos se vino abajo, y a los pocos minutos llegaría el primer gol del partido tras una de esas contras perfectas a las que los merengues se están acostumbrando. Cristiano culminaba la jugada tras un gran pase de Özil que lo dejaba con todo a su favor para batir al portero.

Poco después el colegiado volvía a equivocarse al no señalar un claro penalti de Maduro a Ángel Di María cuando el argentino se disponía a encarar a Guaita. Una por otra, se suele decir. Y el Valencia tuvo el empate en un disparo de Tino Costa que Casillas pararía en colaboración de Albiol que terminaría de sacar el balón bajo palos. Poco a poco el partido se enfriaba y los de Unay Emery no se veían capaces de doblegar a los locales.

Con el club che volcado en ataque, de nuevo un contragolpe tras un robo en el medio del campo ponía al Madrid con dos de ventaja en el marcador. Era el momento de cerrar el partido. El Valencia no era capaz de voltear el resultado, o al menos, de meter el miedo en el cuerpo, y los blancos jugando con Lass, Xabi, Granero y Diarra en el medio tenía la posesión de la pelota. El club de la Castellana comienza a curarse un poco las heridas provocadas por el partido del pasado lunes e intenta olvidar lo ocurrido para pensar en la victoria semanal.

Es hora de que los blancos piensen en el Auxerre, conjunto al que se enfrentan el miércoles en un partido de mero trámite con la primera posición del grupo en el bolsillo, y de que los valencianistas hagan lo propio con el Manchester, con quien disputan él liderato.