Cuando los controladores aéreos dieron la orden para que las alarmas cesaran, el fútbol profesional comenzó en un país mediterráneo que parecía polar en el lugar de la contienda. Los -1 grados que registraba Soria a la hora del comienzo del encuentro provocaron una helada en el área norte de Los Pajaritos que fue aprovechada por el Numancia durante la primera parte para ser olvidada por el Betis en la segunda. Ganó el líder como perdió en Cartagena, con la confirmación de que la indolencia no estará de paso esta temporada.
El Betis salió al campo agarrotado, como ya viene siendo habitual. Como consecuencia el Numancia creó su primera ocasión al cuarto minuto con un disparo al palo de Barkero que remataba sólo en el área pequeña con la compañía de sus amigos béticos tras una entrada por banda izquierda de Cedric, de largo el mejor del partido. Mientras tanto el tridente ofensivo que por primera vez dispuso Pepe Mel (Emana, Molina y Castro) iba asustando al conjunto soriano. Emana mandó el balón a la madera sólo ante Eduardo tras un gran pase de Jorge Molina. Pero a la jugada siguiente la amistad entre la defensa bética y el Numancia se consolidó cuando Nano envió a la red el saque de falta rasa de su compañero Barkero.
El panorama parecía bastante pesimista para el conjunto bético pero la calidad de Emaná y Jorge Molina lo cambió todo en el 22. El control orientado del alicantino en el área pequeña tras la internada por banda izquierda del camerunés provocó que el único remedio para evitar el gol fuera el derribo para el central Pavón, que inmediatamente fue expulsado. El mismo Emana materializó el penalti y puso el partido cuesta abajo. Poco después Rubén Castro marcó el gol a la postre definitivo tras aprovechar un rechace del portero tras el cabezazo en su propia meta de Nano. El partido parecía terminar ahí pues el Betis comenzó a dominar el centro del campo y las aproximaciones al área soriana eran cada vez más frecuentes, incluso pudo ampliar su ventaja si Bernabé García no pita una mano que antecedió al remate a gol de Rubén Castro.
Pero en la segunda parte, el Numancia demostró que tenía mucho que decir en el partido. El conjunto soriano se lanzó al ataque comandado por el jovencísimo Cedric mientras los béticos se dedicaban a recular animados por los cambios defensivos de su entrenador. El gol rondó la portería de Goitia durante toda la segunda parte ante la complacencia de unos centrocampistas y defensas blandos que recordaban demasiado a otras desastrosas temporadas. No obstante la calidad bética arriba con un Emana especialmente entonado pudo sentenciar el partido. No fue así y los béticos acabaron pidiendo insistentemente la hora.
Lo único bueno del partido para el Betis fue el resultado ya que seguirá manteniendo su distancia con el segundo clasificado que podrá aumentarse si el próximo miércoles vence su partido aplazado contra el Barcelona B. Pero el técnico Mel no debe relajarse y erradicar cuanto antes los signos de complacencia que cada vez con más frecuencia muestra su plantilla.
Foto de abcdesevilla.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario