Con un terreno de juego impracticable y una lluvia incesante que caía desde ayer viernes sin dar tregua, el trencilla del encuentro Martínez Munuera, del colegio valenciano, se vio obligado a suspender el partido después de salir varias veces a comprobar si se podía jugar.

Aunque esta confirmación se ha producido minutos antes del inicio, durante todo momento se barruntaba que no se podría jugar. Los jugadores han salido a calentar y han hecho todos los ejercicios que normalmente hacen. Sin embargo, cuando se han retirado para el vestuario lo hacían sin la esperanza de volver a salir. Se ha visto a jugadores jugando con los charcos y salpicando a sus compañeros, como el caso de Jonathan Dos Santos y a otros con más ganas de salir de la tempestad que de jugar.
Pero el agua no sólo ha ganado a los dos equipos, sino también a los más de 50.000 béticos que iban a poblar las gradas del coliseo verdiblanco para asistir al encuentro y que a la hora de inicio apenas llegaban a 3.000 que se han tenido que ir para sus casas, pueblo o ciudades sin poder ver a su equipo, algunos de ellos la primera vez que asistían al estadio.
Aún no hay fecha para la disputa del partido, aunque con un calendario descargado hasta mediados de Diciembre (el Betis juega el 22 Octavos de la Copa del Rey), no debería de tardar mucho en jugarse. Lo que debe prevalecer ahora es que las mismas personas que tenían su entrada para hoy la tengan validada para cuándo se decida disputar.
Foto Al final de la Palmera.com
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